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The many faces of artificial intelligence

Artificial intelligence (AI) is already part of our everyday lives. It solves problems that would have been very difficult or impossible to solve without it. Much is still in its infancy, but it is clear that smart assistants are penetrating more and more areas - including industry.


Carolin Hort
9 de abril de 2025
Tecnología
Reading Time: 5 minutos
Hay tareas que no pueden resolverse con programación pura. Sobre todo en entornos caóticos. Por ejemplo, cuando los robots móviles se encargan de forma autónoma de las entregas en la producción. Cuando se recogen, clasifican y depositan alimentos como fruta o pescado de distintos tamaños, formas y colores. O cuando el chocolate y el muesli de frutas en envases idénticos se recogen al mismo tiempo en un centro logístico. El potencial de automatización en todos estos ámbitos es enorme, y se hace posible con la ayuda de sistemas de asistencia. Uno de ellos es la inteligencia artificial (IA).

¿Cómo utilizamos la IA en KUKA?

Hoy en día, la IA ya permite muchas cosas desde el punto de vista técnico. La pregunta suele ser: ¿Qué tiene sentido? KUKA también se ocupa de ello. Tanto en el ámbito de la investigación de productos y soluciones para clientes como en el uso de la IA en sus propios procesos de trabajo. «Tenemos que resolver los problemas de nuestros clientes. Si para ello es necesaria la IA, la utilizamos», explica el Dr. Hui Zhang, CTO del grupo KUKA. La estrategia interna es análoga: utilizamos la IA para optimizar nuestros procesos, independientemente de si se trata de un proceso de desarrollo o de atención al cliente. La IA es, por tanto, una herramienta para lograr una mayor eficiencia y aumentar los beneficios para el cliente. 

Inteligencia artificial: un medio para un fin, no el objetivo

«Las aplicaciones de la IA pueden dividirse en aplicaciones lógicas, de aprendizaje y de generación creativa. En nuestro campo de trabajo actual, nos ocupamos sobre todo de la inteligencia lógica, pues ya podemos cubrir muchos casos de uso con algoritmos», explica Reinhold Groß, CEO de KUKA Robotics, en relación con el enfoque de los productos propios de la empresa. En el caso de los robots móviles autónomos (AMR) descritos anteriormente, por ejemplo, esto significa que los algoritmos distribuyen las órdenes de transporte de tal forma que la eficiencia global sea máxima. Como resultado, sólo se despliegan tantos AMR como sea necesario. Esto ahorra costes de adquisición y explotación para el cliente. 
La IA tiene una gran ventaja en este sentido. El Dr. Ralf Wintergerst, Presidente de Bitkom, también lo confirma en un comentario sobre una encuesta reciente realizada por su asociación: «Todas las empresas deberían estudiar el uso de la IA y aprovechar las oportunidades que ofrece, desde una mayor eficiencia hasta nuevos productos o servicios.»

Asistentes inteligentes para un mayor valor añadido

KUKA quiere hacer esto posible para sus clientes. También con la ayuda de la IA generativa. Como en el ejemplo de los peces: la IA ayuda a categorizar los peces, darles características típicas y generar así la posición de agarre óptima. Por cierto, la red neuronal se entrenó con peces artificiales. ¿Y en el caso del muesli del centro logístico? También aquí la programación convencional llega a sus límites. Y es que el sistema tiene que saber qué artículo concreto debe coger de entre un gran número de artículos diferentes. Esto requiere inteligencia y una buena calidad de agarre. Swisslog ha entrenado un modelo de inteligencia artificial con datos de robots existentes, datos de clientes típicos y datos de clientes reales, y también ha equipado un robot con una cámara. El resultado es ItemPiQ: un robot que reconoce qué muesli tiene delante, cambia automáticamente a la pinza correspondiente y recoge así artículos mezclados de forma independiente. Niklas Goddemeier, Director de Investigación y Desarrollo del Centro de Productos Robogistic de Swisslog: «El objetivo es montar una gran variedad de productos rápidamente y con el menor número de errores posible. Esto ya funciona bastante bien. La siguiente fase es: ¿cómo podemos garantizar que el sistema siga aprendiendo? ¿Para que no olvide en verano lo que se recoge en invierno?». Esta cuestión de la «actualización de los modelos» sigue en la mente de mucha gente. Y le sigue inmediatamente otra: ¿Qué puede hacer ya hoy la IA?

 

AI: Muchas cosas ya son posibles. Pero muchas otras no.

«La ventaja de las tecnologías de IA es que pueden hacer que los sistemas sean más flexibles y eficientes», explica Volker Schmirgel, director del Centro de Tecnología e Innovación de KUKA. Y añade: «Y puede hacer recomendaciones basadas en su base de datos». KUKA lo utiliza en chatbots, por ejemplo, a la hora de seleccionar productos de simulación de KUKA. Incluso empresas más tradicionales han reconocido el potencial: Una herramienta de IA de Heidelberger Druckmaschinen AG, por ejemplo, utiliza innumerables datos para asesorar a sus clientes sobre cómo optimizar los procesos. El objetivo: impulsar la automatización de las imprentas y nuevos modelos de negocio en el mercado. Esto demuestra que la IA no sólo está cambiando el sector de la automatización de KUKA, sino toda la industria. Y esto crea una cierta analogía: hay que reaccionar con flexibilidad a los cambios del entorno para seguir teniendo éxito. Exactamente lo que la IA puede hacer, ahora también se lo exige a las empresas.

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