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Especialmente en tiempos de incertidumbre geopolítica y desafíos económicos, las empresas se ven obligadas a examinar cuidadosamente sus inversiones. Esto a menudo plantea la pregunta: ¿Merece la pena la sostenibilidad?
¿Cómo pueden las empresas combinar la sostenibilidad y la rentabilidad? ¿Tienes algún ejemplo?
"Creo que una cosa no excluye a la otra, sino todo lo contrario. En KUKA intentamos pensar en ambas cosas al mismo tiempo. Veamos algunos ejemplos:
- Nuestros robots están diseñados para requerir la menor cantidad de material posible y ser más ligeros. Esto ya supone un ahorro de recursos durante la fabricación y de energía durante el funcionamiento, ya que un robot más ligero consume menos y es más dinámico.
- Además, apostamos por una tecnología de accionamiento altamente eficiente. Ambos factores tienen un impacto significativo en la vida útil de un robot, ya que el consumo de energía suele ser el factor de coste más importante, sumado al precio de compra.
Por lo tanto, cada kilovatio/hora ahorrado no solo es bueno para el clima, sino también para el presupuesto".
Una industria más sostenible solo es posible con nuevas tecnologías. ¿Estás de acuerdo con eso?
"Las nuevas tecnologías son sin duda alguna una herramienta importante, de eso no hay duda. Pero yo diría que la sostenibilidad no solo comienza con la próxima innovación. Para mí, un aspecto clave es la durabilidad de los productos, de modo que puedan utilizarse en un segundo o incluso tercer ciclo de vida. Aquí es donde entra en juego la economía circular. Esto significa no solo vender productos y, finalmente, desecharlos, sino recuperarlos, renovarlos y reutilizarlos. Todos lo sabemos por los ordenadores portátiles o los teléfonos inteligentes. Para mí, la sostenibilidad también significa utilizar las cosas existentes durante más tiempo y mejor, no solo desarrollar otras nuevas.
En resumen, se puede decir que una inversión en sostenibilidad es, ante todo, una cosa: sostenible. Apoya al medio ambiente y a la sociedad, hace que las empresas sean más resilientes, ayuda a reducir la dependencia del aumento de los precios de la energía y garantiza que se siga siendo competitivo en el futuro".