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Un proyecto de investigación en robótica de la universidad de Gelsenkirchen

En la Westfälische Hochschule de Gelsenkirchen, una localidad de Alemania Occidental, los estudiantes del departamento de ingeniería eléctrica aprenden a programar y controlar un robot KUKA. De esta forma, se preparan de forma práctica para la vida laboral. Robin Krüger fue capturado, literalmente, de su trabajo del máster.

14 de mayo de 2019


Robot KR AGILUS diseñado de forma óptima para los cursos de formación


Para Markus Rüter una formación práctica es esencial. "En el sector industrial hay mucho movimiento, especialmente relacionado con la digitalización y la robótica. Por eso queremos preparar a los estudiantes", dijo el profesor del área de tecnología de control y regulación de la Westfällische Hochschule en Gelsenkirchen. También podemos ver mucho movimiento en su laboratorio de robótica. Hace aproximadamente dos años, se "entrenó" un robot para repeler las pelotas de tenis que se lanzaban.
Algunos proyectos y tesis del máster después, el robot de KUKA de la serie KR AGILUS incluso es capaz de agarrar las pelotas.

Robin Krüger (izda.) y el Prof. Markus Rüter trabajando con el robot KR AGILUS.

Integrar, programar, ser creativo: todo con un robot

Con su trabajo del máster, Robin Krüger llevó el robot de la primera a la segunda dimensión. "Hasta ese momento el robot se movía en vertical para el rechazo de pelotas. Ahora también se mueve en horizontal y agarra las pelotas", comenta. El esfuerzo no fue trivial, como destaca Markus Rüter: "Para el desarrollo continuo de la aplicación fue necesario integrarse en una instalación actual. Además, había que aprender a controlar el robot y saber cómo programarlo para los nuevos requisitos".

Estructura del ensayo del robot agarra-pelotas en el laboratorio de robótica.

Mucha creatividad durante el desarrollo del sistema de agarre

 

La pelota se lanza por la rejilla fotoeléctrica tanto por delante como por detrás. Así, el control del robot de KUKA calcula el punto en el que la pelota cae en la zona de captura del robot. "La novedad es que ahora también determina el punto de referencia horizontal utilizando otra rejilla fotoeléctrica y se calcula desde una unidad de control", comenta Robin Krüger. "La unidad de control del robot sincroniza el punto de referencia exacto a partir de la señal horizontal y vertical".

El desarrollo de un sistema de agarre para el brazo del robot requirió una creatividad especial. Robin Krüger tuvo la idea para la pinza a partir de los peluches automáticos de la feria. Los dedos de garra correspondientes se han fabricado mediante impresión en 3D. Para la energía necesaria del sistema de agarre se encargan automáticamente cintas de actividad pretensadas. Si las pelotas impactan en medio de la garra, un mecanismo suelta los dedos de garra tensados que rodean la pelota firmemente. Una reacción rápida es casi imposible.

El momento decisivo: El sistema de agarre coge la pelota de tenis. Grabado en cámara súper lenta.